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FICHA TÉCNICA
Diseñado inicialmente para evaluar razonamiento abstracto, hoy constituye una medida de la habilidad requerida para desarrollar y mantener las estrategias de solución de problemas necesarias para lograr un objetivo.
Diversas investigaciones han mostrado que resulta especialmente sensible a las lesiones que implican a los lóbulos frontales y por tanto a la afectación de las funciones ejecutivas, por lo que se ha convertido en una de las pruebas de referencia para evaluarlas. Incluido en una batería amplia de evaluación cognitiva y neuropsicológica resulta de gran utilidad para discriminar entre lesiones frontales y no frontales.
El manual presenta una forma tipificada de aplicación y valoración junto con una amplia baremación y los resultados de diversos estudios sobre sus características psicométricas; incluye también ejemplos y datos para la interpretación clínica.
Es una prueba neuropsicológica que se utiliza para medir algunas funciones ejecutivas como la flexibilidad, el cambio de tarea, o la inhibición.
Estas funciones están asociadas al lóbulo frontal, por lo que a menudo este test tiene un valor clínico para determinar posibles daños en esta región del cerebro.
Con funciones ejecutivas, funciones superiores o control ejecutivo, normalmente se define la actividad de un conjunto de procesos cognitivos vinculados históricamente al funcionamiento de los lóbulos frontales del cerebro.
Las observaciones clásicas de pacientes con lesiones cerebrales focales en estas estructuras han revelado el importante papel que ellas juegan en la ejecución de actividades cognitivas de orden superior como la elaboración de programas complejos de conducta, la formulación de metas o la verificación de la acción en curso.
Los lóbulos frontales han sido considerados como un elemento básico en la mediación de las capacidades cognitivas complejas asociadas con la infancia y la adolescencia que sirven como precursores del ajuste psicosocial y de la adaptación a la vida adulta.
A pesar de la dificultad que entraña su estudio, debido a que la mayoría de pruebas (como por ejemplo la WCST que abordamos en el artículo de hoy) están orientadas a población adulta, hay evidencias de que los comportamientos adscritos a la región prefrontal como regulación e inhibición de comportamientos motores, inhibición comportamental, flexibilidad cognitiva, planifiación, etc. presentan su mayor periodo de desarrollo durante los 4 y los 7 años de edad, y el nivel de ejecución adulta se alcanza a los 10 años de edad, aunque algunas de estas habilidades no maduran hasta los 12 años.
El Wisconsin consiste en dos juegos de 64 cartas (en su versión manual) cada uno; las cartas están compuestas por la combinación de tres clases de atributos: la forma (triángulo, estrella, cruz y círculo), el color (rojo, azul, verde y amarillo) y el número (uno, dos, tres o cuatro elementos).
La tarea consiste en repartir las cartas con arreglo a un criterio, por ejemplo, el color. Cuando el sujeto realiza diez respuestas correctas consecutivas, consigue una categoría, y a partir de la última se cambia el criterio de clasificación sin previa advertencia. Si continúa clasificando las cartas con el criterio de la categoría anterior, va puntuando en errores perseverativos.
Hay que destacar varios aspectos del WCST:
Teóricamente, este test psicométrico mide las siguientes funciones:
Desde 1948, la prueba ha sido utilizada por neuropsicólogos y psicólogos clínicos en pacientes con daño cerebral adquirido, enfermedad neurodegenerativa o enfermedad mental como la esquizofrenia.
Esta prueba es utilizada para medir la disfunción del lóbulo frontal, ya que le permite al clínico especular sobre las funciones que controla, descritas anteriormente.
La prueba WCST también se ha utilizado para medir la competencia del individuo en el razonamiento abstracto, y la capacidad de cambiar las estrategias de resolución de problemas cuando sea necesario.
Sin embargo no parece ser un buen indicador para detectar un posible TDAH en niños, debido a que la población control muestra unos resultados similares, a causa de la dificultad que entraña la correcta realización de esta tarea en población infantil.